Hablemos sobre el ginseng:
El ginseng rojo es un símbolo de longevidad y vitalidad en Corea, China y otras naciones asiáticas. Es usado tanto en la medicina herbaria tradicional y como un ingrediente importante en muchos productos antiedad.
Se comprobó que la corteza del ginseng rojo contiene oligosacáridos: compuestos por un 20% de azúcar, proveen de alimento para las bacterias buenas, promoviendo el desarrollo de las bacterias benéficas. Asimismo, se comprobó la inhibición del crecimiento de las bacterias nocivas, manteniéndose así el balance de la microbiota.
Los suplementos probióticos son muy populares en Corea del Sur; por ello, la microbiota cutánea es tendencia hoy en día. Así funciona el mercado de la belleza, todo inicia con los alimentos. Cuando algo es bueno para la salud, la gente también creerá que es bueno para la piel, tal como lo es el ginseng,
Se comprobó también que el contenido de azúcar presente en los oligosacáridos mejora la hidratación cutánea: al secar, el producto rico en ginseng forma un film sobre la piel, reteniendo la humedad de la piel.
Estas investigaciones llevan a un potencial desarrollo del extracto de ginseng como un efectivo producto antiedad, humectante, filmógeno, protector y potencial protector antipolución.